domingo, 6 de julio de 2014

Las repeticiones, o una de las mayores mentiras del fitness (parte I)

De 1 a 6 repeticiones se trabajan en rangos de fuerza; de 6 a 10 en rangos de hipertrofia; y más de 10, de resistencia. ¿Cuántas veces hemos escuchado/leído esto? Todo el trabajo de fuerza se fundamenta en la realización de un movimiento determinado al que llamamos repetición. ¿Realmente son correctos los parámetros con los cuales trabajamos? Empecemos.

Tiempo bajo tensión (TUT)

Primero, preguntémonos que es una repetición. Una repetición equivale a la contracción tanto concéntrica como excéntrica articular. Es decir, a ambas fases. Hay que señalar que cuando hablamos de un número determinado de repeticiones y por lo tanto del tipo de trabajo muscular que va a realizarse, éstas son meras aproximaciones a un trabajo específico, de manera que nos resulte más fácil y rápido trabajar. Sin embargo, el problema surge cuando creemos que esta guía es la que determina el tipo de trabajo y no otros factores.
Aquí aparece el primer elemento: el tiempo bajo tensión o TUT. El tiempo bajo tensión no es más que el tiempo que el músculo está sometido a una resistencia. Es decir, ya no contamos repeticiones, sino que contamos el tiempo bajo tensión. Muchos autores determinan que en un tiempo de entre 30-35 s. se trabajan en rangos de hipertrofia, por debajo los de fuerza y por encima de resistencia. Muchos entrenadores trabajan de este modo, controlando únicamente el tiempo que estamos trabajando. Pero como veremos más adelante, volvemos a caer en el error. Para ello lanzamos una pregunta, ¿es lo mismo hacer una flexión de 10 segundos que 10 flexiones de 1 s.?
Desde el punto de vista de una persona que trabaje únicamente bajo el parámetro de TUT, serán lo mismo. Pero una cosa es lo que decimos que hacemos, y otra cosa es lo que realmente sucede.

Más allá del TUT: factores que determinan el tipo de trabajo muscular

Debido a que existen ciertos parámetros cuyo cambio van a determinar la naturaleza del ejercicio incluso bajo las mismas condiciones de tiempo bajo tensión, vamos a explicarlas.

1-      Rango de movimiento de la articulación

A partir de ahora vamos a imaginarnos una flexión de codo con una mancuerna (un trabajo monoarticular muy típico). Cuando realizamos este ejercicio, podemos abarcar un rango de movimiento de aprox. 140º según individuos. Como podemos observar, si lo comparamos con el movimiento de, por ejemplo, la escápula en un remo en el plano transversal, éste es bastante menor. Es decir, el movimiento que se realiza en la flexión de codo recorre más distancia que la escápula. Por lo tanto, si por cada repetición la flexión tiene que cubrir un gran espacio, la velocidad de ejecución será mayor para un mismo tiempo al compararlo con la escápula (recordemos, a mas espacio cubierto en el mismo tiempo, mayor velocidad), aumentando las fuerzas inerciales (luego explicaremos qué son). Resumiendo, la repetición de un remo y una flexión de codo siendo iguales, tienen efectos diferentes debido al rango articular que son capaces de abarcar.
Pero aquí no acaba todo. Si el cúbito y radio son más largos en una persona que en otra, la distancia recorrida será mayor (si el movimiento descrito es un arco, el cúbito y radio serían el radio de este arco). Es decir, no podemos ni siquiera decir que en una flexión de codo la repetición va a una velocidad estandarizada en todos los individuos "x", porque esa velocidad variará dependiendo de las proporciones y tamaño de los miembros del individuo que lo realice. Ya somos capaces de hacer la primera reflexión: no importa realmente el tiempo de una repetición, sino la estructura sobre la que se realiza.
Por lo tanto, el rango de movimiento capaz de realizar una articulación determinará la velocidad de ejecución si queremos que la fase concéntrica o excéntrica dure un determinado tiempo en relación a otra articulación.
Para acabar esta primera parte del artículo, es importante reflexionar sobre varios aspectos. El primero es que tanto contar repeticiones como el TUT son ineficientes sistemas por sí mismos para determinar qué tipo de trabajo muscular vamos a hacer. Es preciso saber sobre qué estructura vamos a trabajar, cuáles son sus rangos de movimiento y tener siempre presente que cada persona tiene un rango determinado incluso entre las mismas articulaciones, debido a que su geometría ósea así está configurada o porque existen limitaciones que impiden alcanzar ciertos rangos.

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