Cuando analizamos mecánicamente
el efecto de un ejercicio en una articulación, nos encontramos con algo que llamado "perfil de resistencia". Se define como la cantidad de
resistencia que llega a una determinada articulación a lo largo de un recorrido determinado.
Si analizamos la flexión de codo realizada con una mancuerna, empezando con el
codo extendido y estando de pie, la máxima resistencia se encuentra a mitad del
movimiento, mientras que tanto en el inicio como en el final la resistencia que
llega al codo es prácticamente inexistente. Debido a ello, solamente habrá
trabajo en la parte intermedia del recorrido. ¿Estamos por tanto aprovechando
el tiempo? No vamos a analizar qué ocurre, ya que para ello tendríamos que
hablar del concepto brazo de momento,
sino que intentaremos reflexionar acerca de una cuestión. ¿Estamos realizando un
ejercicio o estamos trabajando específicamente una musculatura? Cada repetición debería crear un desafío y no únicamente una parte de ella (a no ser
que nuestro objetivo no sea ese). Si mi objetivo es trabajar los flexores de
codo, debería hacer que éstos trabajaran en todo el rango de movimiento, ya que
cuando éste no es desafiado, no producirá ningún efecto en él.
4- El peso únicamente no es la resistencia
Coge una mancuerna de 5
kg y ponte en posición neutral (la mano pegada a la cintura). Ahora ve subiendo
lentamente en posición de cruz con los brazos en un movimiento de abducción de
hombro. ¿Por qué cada vez parece que pesa más aunque la mancuerna sea la misma?
Debido a que ha aumentado la distancia desde la mancuerna hasta el hombro, que
es en este caso nuestro eje. A esto se le llama brazo de palanca. Sin embargo,
éste no es el único factor que determina esa "variación" de
resistencia que llega al hombro. También dependerá del ángulo con el que “ataca”
la carga. Por tanto, si lo extrapolamos a un ejemplo como las elevaciones
laterales, no realizaremos el mismo trabajo si tenemos los brazos estirados que
si flexionamos los codos, o si la carga es con mancuernas, cables o elásticos.
Ejemplo práctico
Volvamos a la flexión de codo.
Decido que mi TUT será de 30 s. porque según los autores se trabaja
hipertrofia. Si pensamos en repeticiones, éstos determinan que 6 repeticiones son válidas para hipertrofia. Para ello dividimos 30
entre 6 y resultan 5 segundos en cada repetición. Como queremos trabajar por
igual la fase concéntrica articular como la excéntrica, 2,5 s. durará cada una
de ellas. Estamos por tanto encorsetados a trabajar este tiempo por fase. Pero
si queremos trabajar la hipertrofia, todas las fases en todas las
articulaciones deben durar lo mismo. Y como hemos visto, el efecto será
distinto dependiendo del rango articular y por lo tanto de los efectos
inerciales.
Entonces, ¿es adecuado
trabajar por repeticiones? La respuesta es que si queremos controlar todas las
variantes que se producen en el movimiento y su implicación en la musculatura,
no sería lo más adecuado. E incluso, trabajar con TUT únicamente tampoco nos
garantiza trabajar específicamente la hipertrofia, ya que bajo un mismo tiempo
bajo tensión los efectos inerciales pueden cambiar y producir consecuencias
totalmente diferentes en los objetivos de nuestro entrenamiento.
Conclusión
Más allá de trabajar con
repeticiones o TUT, proponemos algo diferente: trabajar velocidades, independientemente
del TUT o repeticiones. Cuanto más lento hagamos el movimiento, mas constante
será la carga y por tanto la resistencia que nos llegue. Y si realizamos el
movimiento muy rápido con la misma carga, mas inconstante será la carga y
trabajaremos con grandes picos de fuerza que podrían incluso dañar los tejidos
(importante medir la dosis). A partir de aquí, si nuestro TUT sobrepasa con
creces los 30 s., que consideramos como objetivo, necesitaremos aplicar más
resistencia. Si no somos capaces de llegar, deberemos bajar la resistencia (que se puede hacer mediante la modificación del peso de la mancuerna, o del brazo de momento o características mecánicas del movimiento) .
Esto no significa que nuestro objetivo sea siempre el de entrenar a bajas
velocidades. Si queremos entrenar para un deporte en el que nuestro cuerpo sufre
grandes aceleraciones, debemos preparar a la estructura para soportarlas. Pero
para ello, es necesario realizar una progresión adecuada para que nuestros
músculos sean capaces de soportar altas cantidades de fuerza. Ésta debería ser
realmente la guía que nos permita cuantificar el trabajo muscular que
realizamos (sin tener en cuenta el brazo de momento, que iremos introduciéndolo
poco a poco). Ni las repeticiones ni el TUT nos permiten saber qué está pasando
con las fuerzas ni tampoco cuáles son las implicaciones reales en los músculos.
El control de variables
que afectan a los ejes de las articulaciones y los objetivos que buscamos deben
ser nuestra única guía cuando entrenemos. Más allá de fórmulas que faciliten el
trabajo a la hora de planificar o controlar los estímulos que aplicamos con
cargas, es más importante el hecho de examinar cada uno de los factores
involucrados en el entrenamiento de resistencias y no trabajar mediante
entrenamientos ya hechos. Como iremos repitiendo en cada uno de los artículos
que vayamos publicando, lo importante es el conocimiento de la estructura del
individuo y las fuerzas que le apliquemos, y no hacer 3 series de 8
repeticiones para desarrollar la hipertrofia.
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